Algunos
os preguntareis... ¿Qué es eso del “efecto avalancha” que tanto se comenta
entre los administradores?
Pues
bien, es muy sencillo. Pongamos una comunidad X que tiene un moroso
intermitente y no se le da el debido seguimiento y presión. Seguramente este
moroso se convertirá en un moroso fijo. Si tampoco en este caso se toman las
medidas oportunas, es probable que aparezcan otros morosos intermitentes, y
también probable que éstos se hagan fijos.
La
morosidad es algo así como aquella canción que nos cantaban de niño “un
elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, dos elefantes…, tres
elefantes…” si nadie corta la tela de araña, acabara columpiándose medio
vecindario con los gastos de la comunidad.
Independientemente
de la legislación vigente que nos indica que las deudas de un vecino con la
comunidad dejan de ser preferentes si son anteriores al ejercicio en curso y el
anterior. ( en estos momentos un impago de 2010 dejaría de ser preferente ante
una hipoteca) El “efecto avalancha” es
muy humano, son tiempos en los que se pasan apuros y se tiene que renunciar a
muchos caprichos y en estos casos, la tentación de no pagar, asoma
frecuentemente.